UIL

Dia Internacional do Migrante: uma data que passou em branco

Um quase absoluto silêncio sepulcral marcou a postura das autoridades e lideranças internacionais, especialmente da Europa,  em relação à comemoração, nesta quinta-feira (18), do Dia Internacional do Migrante.  Uma das poucas exceções foi a Igreja Católica que, por meio do Fórum de Organizações Católicas para a Imigração e Asilo, proclamou uma mensagem de esperança e de compromisso para todos os migrantes e para os que lutam pela defesa dos seus direitos. O Brasil marcou a data com o lançamento de portarias que beneficiam os estrangeiros (veja matéria na edição desta sexta-feira - 19). Já a Organização Internacional dos Migrantes, por meio do seu diretor William Lacy Swing, destacou que, em tempos de crise econômica, é preciso considerar os migrantes como parte da solução (leia texto abaixo).

Já a entidade católica lançou  um apelo as Governos para que, no desempenho da sua missão, procurem corrigir o desequilíbrio entre os interesses particulares ou corporativos dos mais fortes e as necessidades daqueles cujo único poder consiste na consciência que têm da sua dignidade, como é o caso de muitos cidadãos imigrantes.

Celebração

Em 1997, organizações asiáticas de migrantes, lideradas pelas Filipinas, começaram a celebrar a data da aprovação da Convenção pelas Nações Unidas - 18 de dezembro - como Dia Internacional de Solidariedade com os Migrantes. A partir desta iniciativa, em 1999, agora sob a liderança do Comitê coordenador da Campanha Global pela ratificação da Convenção sobre os Direitos dos Migrantes e com a participação de inúmeras outras organizações, iniciou-se uma campanha mundial pela designação oficial por parte das Nações Unidas do Dia Internacional do Migrante.

A mobilização culminou, finalmente, em 4 de dezembro de 2000, quando as Nações Unidas proclamaram 18 de dezembro o Dia Internacional do Migrante.Esta proclamação representa, desde sua origem, um convite das Nações Unidas a todos os Estados Membros e às organizações governamentais e não-governamentais a fortalecerem as ações de sensibilização e mobilização pela proteção aos direitos humanos e liberdades fundamentais dos migrantes, no intercâmbio de experiências e no desenvolvimento de ações que assegurem a proteção ao ser humano migrante.

O Dia Internacional do Migrante significa, antes de tudo, uma oportunidade para reconhecer a contribuição de milhões de migrantes no bem-estar e na economia tanto dos países de residência quanto de seus próprios, e para promover o respeito aos seus direitos humanos e à cidadania universal de que são detentores como cidadãos membros da família humana. (. ( Por Ir. Rosita Milesi)

OIM

En el día internacional del migrante, la OIM destaca que, en tiempos de crisis económica, hay que considerar a los migrantes como parte de la solución 
 
Al conmemorarse hoy el Día Internacional del Migrante, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que los países deberían reconocer la contribución positiva de los migrantes al crecimiento económico y a la recuperación, y resistir a la tentación de cerrar las puertas en tiempos de crisis económica.

El Director General de la OIM, Sr. William Lacy Swing declaró: “Si bien la crisis económica sigue manifestándose y es difícil evaluar la magnitud de sus repercusiones, sería contraproducente que los gobiernos de los países desarrollados cerrasen sus puertas a los migrantes.  Muchos siguen siendo necesarios en empleos que los ciudadanos de dichos países no desean o son incapaces de hacer”.

Esta necesidad estructural de migrantes, la faz humana de la globalización, se ve corroborada por las proyecciones demográficas que demuestran que en 2050 estos países experimentarán una escasez aún mayor de mano de obra debido a las bajas tasas de natalidad y al envejecimiento de la población en edad de trabajar, haciendo que haya el doble de personas mayores de 60 años que de niños.  Por cierto, la migración se ha convertido en un elemento esencial de la globalización.

El Sr. Swing añadió: “Si se cierran puertas, lo único que se hará es alentar a los migrantes a recurrir a las puertas traseras que abren los traficantes y otros delincuentes.  Por consiguiente, correrán el riesgo de ser objeto de explotación y abusos, e incluso pondrán en peligro sus vidas.  Más importante aún, ello podría dar lugar a reacciones en estos países que provoquen una mayor división social y xenofobia hacia los migrantes, perpetuando así el mito de que los migrantes quitan empleos a los nacionales”.

La crisis económica no debe servir de pretexto para explotar a los migrantes en el sector informal a través de recortes en los sueldos o de la suspensión del pago de los mismos, abuso del que, generalmente, suelen ser objeto los migrantes indocumentados.

Para luchar contra la pobreza es primordial que los migrantes sigan teniendo la posibilidad de enviar dinero a sus países de origen, donde sus familias dependen de estos fondos para cubrir sus necesidades básicas, a saber: alimentos, vivienda, salud y educación.  En todas partes del mundo hay familias que ya están sufriendo las consecuencias de la disminución de remesas y que se enfrentan a un futuro incierto.

Cerrar las puertas a los migrantes también repercutiría negativamente en el volumen de las remesas que, año tras año, reciben los países en desarrollo y que hoy en día superan con creces los flujos de Asistencia Oficial al Desarrollo.  Esta tasa de crecimiento ya ha registrado una rauda desaceleración en los últimos meses, particularmente en el África Subsahariana donde las remesas son tan necesarias.  Actualmente, el Banco Mundial estima que la cuantía de las remesas enviadas a países en desarrollo en 2009 será inferior al total estimado de 283.000 millones de dólares EE.UU. para 2008.

El Director General, Sr. Swing, prosiguió: “Ahora, es esencial cerciorarse de que no disminuya la Asistencia Oficial al Desarrollo para garantizar que esta crisis económica no acreciente las brechas en la pobreza y el desarrollo.  Porque si así fuera, la presión para emigrar por cualquier medio no haría más que aumentar”.

Al mismo tiempo, los países de origen de los migrantes tienen la responsabilidad de informar adecuadamente a sus ciudadanos sobre la realidad de la migración regular e irregular y de encarar plenamente el reto de trabajar en estrecha colaboración con los países y sociedades de destino a fin de garantizar que la migración sea una solución en la cual todos los interesados salgan ganando.

Para concluir el Sr. Swing dijo: “No hagamos de esta crisis económica una crisis de los migrantes.  Hay que tener en cuenta que los migrantes son parte de la solución, tanto para los países de origen como de destino, y que en realidad pueden ser un medio para salir de esta crisis antes de lo previsto”.